Sujeto y objeto de la Historia
El hombre es un hambre y este hecho lo constituye como sujeto del conocimiento y de los hechos.
Las necesidades actúan en el sujeto, que no se constituye a sí mismo, sino que se halla constituido con arreglo a cierta ley o cierta condición.
Por tanto, si existen fuera del sujeto, o fuera de esquema sujeto-objeto, pueden ser conocidas por el sujeto como objeto.
Ver las necesidades en su dimensión objetiva, enfrentadas al sujeto, estimuladoras de su función y su actividad, permite estudiarlas como la parte central de la realidad en su relación con el sujeto.
Habrá por tanto una Historia, entendida como la acción de las necesidades sobre el sujeto y como la respuesta del sujeto a las necesidades que le acucian.
Si la primera hambre es el hambre orgánica, la Historia aparece en un grado fundamental como Historia del hambre y de la respuesta a ese hambre.
La complejidad del hambre, los distintos planos de necesidades, generan también respuestas complejas. El análisis estructural de las sociedades, que distingue en ellas una infraestructura tecnoeconómica y una superestructura política y cultural puede entrar en este análisis previo, pero lo que diferencia este análisis del materialista histórico es que cuenta con la presencia fundamental de un sujeto del objeto histórico.
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