Un subjetivismo que no se encierre en sí mismo
1. En la subjetividad empírica o espacio interior impenetrable se dan las representaciones, de las que unan llevan en sí mismas referencias a un espacio exterior, puesto que son accesibles por un sistema que llamamos de sentidos, aunque su existencia no se pueda demostrar por medios racionales, y otras son representaciones del mismo espacio interior y sus actividades.
2. En unas representaciones y otras se observan regularidades, que permiten deducir la regularidad en sí, empezando por las relaciones matemáticas, hasta descubrir –Pitágoras- que estas regularidades matemáticas organizan la materia.
3. Pero la subjetividad empírica se define como limite o encierro, puesto que es impenetrable e incomunicable y ni siquiera se puede estar seguro de la realidad del objeto, aunque se presuma. Sin embargo, una experiencia subjetiva, la mística -Santa Teresa-, permite suponer que el centro de la subjetividad esté vacío, con lo que su entidad es como la de una cáscara, y que en él se observe otra presencia que no se confunde con la propia, que vea desde dentro el conjunto de la realidad.
Etiquetas: Castillo Interior, mística, Pitágoras, Santa Teresa, solipsismo, subjetivismo
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio