La salida de la subjetividad a la subjetividad absoluta
La única forma de superar el riesgo de encierro de Berkeley es pensar que la única realidad es la subjetividad absoluta, de la que mi subjetividad o consciencia personal sería sólo una de sus regiones. De esta manera, la intuición de la subjetividad que me configura no se quedaría en mí como persona, sino que sería un acto en mí de la única realidad, hipótesis que se confirma empíricamente por la experiencia de Teresa de Jesús de que lo más profundo del alma individual está vacío de ella misma y allí se encuentra Dios –o la subjetividad absoluta-, vacío por el que se podría pasar a las otras subjetividades individuales.
Decir esto es afirmar hipotéticamente la naturaleza psíquica de la realidad y justificar la función de la razón matemática como organizadora de la materia. Aunque Heisenberg introdujo en la mecánica cuántica al observador, entre los físicos de la primera mitad del siglo XX, sólo –que yo sepa- Emilio Herrera contó con lo que llamó energía psíquica en su cosmología (debemos a Emilio Atienza la recuperación de su figura) En los de la segunda mitad del siglo XX y principios del XXI, es más frecuente analizar la mecánica cuántica a la luz de las paradojas espirituales, como lo hace por ejemplo Fritjof Capra.
Etiquetas: Emilio Atienza, Emilio Herrera, Fritjof Capra, Heisenberg, subjetividad, subjetividad absoluta, Teresa de Jesús
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