De subjetividad a identidad
Siempre me ha llamado la atención lo que siempre he creído que debía llamarse subjetividad.
El hecho de que haya un sujeto del pensamiento y la acción, definible como una realidad de la que surgen ambos; y más aún, el hecho de que ésta sea una realidad interior, a la que tengo acceso directo en la intimidad de mi ser, el espacio negro que percibo cuando cierro los ojos, realidad que tiene propiedades distintas de toda otra realidad, y en particular, que sea inaccesible a la observación objetiva, que nadie pueda entrar en mi mente y ver mi pensamiento tal como es, sino que todos deban limitarse a deducirlo por indicios indirectos.
La subjetividad, verdaderamente, es muy singular; no creo que se haya pensado lo bastante en esta diferencia de sus propiedades, que no es nada sobrenatural,sino empírico, y sin embargo pasmoso; registrable por cualquiera en cualquier momento, una parte de la realidad inaccesible a cualquier instrumental, que en todo caso registra sus efectos indirectos, pero no ve lo que vive dentro de mí.
Esta subjetividad se resume en la palabra "yo", que corresponde a una experiencia interior.
Pero la experiencia se hace más profunda y enigmática cuando me doy cuenta de que esta realidad interior es única, es decir, que por millones de años no ha estado, y de pronto está y hasta puedo temer que por millones de años no esté, limitada como parece a las dimensiones de este cuerpo mío, yo como ser objetivable, presente en un lugar y un tiempo, perceptible hasta para mí.
Esto corresponde a lo que intuyo cuando doy un paso más y digo que "yo soy yo", lo que no es una tautología, pues se traduce en realidad como "yo -quien piensa- está aquí -yo en estas dimensiones". Único, momentáneo, pasmoso, pero infinitamente significativo para mí.
Estoy aquí y ahora, y no en otro lugar ni tiempo. He nacido en mi familia, pero podía haber nacido en otra -asombro de muchos adolescentes-; con este cuerpo y no con otro -reflexión de las feas, los tetrapléjicos y los transexuales.
Si la experiencia de decir yo se llama subjetividad, ésta necesita otro nombre. Creo que la de saber que yo soy yo y que hay cierta distancia entre quien piensa y su ser objetivo se puede llamar identidad.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio