Cosmographia - Dialéctica
Este Universo está lleno de dolor para los seres vivos; para los animales, sometidos al régimen de los colmillos, los cuernos y las garras: tienen que matar para vivir; para todos, sometidos a la muerte y al riesgo de la extinción.
Es bello, pero no es bueno. Hay una ley natural, pero no merece ser respetada. La transgresión de la ley natural es la virtud, no la obediencia. Muchos de los transgresores parecen puros sólo por transgredir, por reirse de este Universo, a veces sin esperanza.
Pero no es buena cualquier transgresión. Hay transgresiones que sólo aumentan el dolor del Universo, que son los abusos del poder que se alcanza con las leyes naturales. Otras pueden ser santas: el Alumbrado y el Untado recomendaron abstenerse de la mayor y mejor ley natural: unirse y tener hijos, para escapar así de este mundo.
Mil hilos lógicos tiran de nosotros hacia arriba y nos piden una concepción de conjunto, una visión que una en una sola unidad este dolor, esta transgresión y la esperanza desesperada que implica.
Si sólo existiera el dolor, si tuviera causante no podría ser bueno, tendría que ser el demiurgo malo que imaginaron los gnósticos; y ciertamente, Prometeo es un héroe porque se rebela contra las leyes; y como los humanos necesitamos unir todo lo que comprendemos en sucesivas síntesis, esta unidad de los contrarios es una Unidad Dialéctica.
El sentido, la inteligibilidad total de un Universo formado ya sobre la inteligibilidad de las Matemáticas, tiene que ser Dialéctica, estará más allá del bien y del mal; para los humanos, el bien está en hacer este camino dialéctico, en partir primero del sentimiento de la existencia unida al dolor, segundo en negarse a aceptarlo, tercero en buscar desesperadamente aquella forma de existencia donde ya no haya dolor.
Es decir, partimos de la existencia, tal como es ahora, bella pero terrorífica; esto es la Afirmación de lo que hay, la Tesis; encontramos su Negación en nuestra conciencia, su Antítesis, la Utopía que es buena pero irreal; y tenemos que llegar a la Negación de la Negación, a otra forma de existencia, el Paraíso, que para seres pensantes como nosotros debe consistir en la comprensión amante de toda la Realidad Inmensa.
¿Cómo llegar, dónde está? Sabemos poco más que por ahora está en nuestro pensamiento y que ésta tiene que ser nuestra vida.
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