Simplificaciones filosóficas
El capítulo I de la Filosofía está en el descubrimiento de las Matemáticas como Lógica exacta que organiza la materia y la atrae hacia la Exactitud, a la que osaré llamar Perfección Lógica, sin llegar nunca a ella.
Con estos conceptos, la Filosofía entiende que la razón se use instrumentalmente como lógica informal.
El hombre tiene conciencia de su imperfección material; de la Perfección Lógica; de su atracción hacia la Perfección y de sus debilidades para ser fiel a esa atracción.
La consecuencia práctica de todo esto es que la Lógica es la única ley sobrehumana de nuestro comportamiento, que no podemos cambiar aunque queramos, y que tiene poder para castigarnos o premiarnos; merece ser llamada divina.
Pero el capítulo II matiza lo que se entiende por divino al partir de que sólo hay dos grandes certezas empíricas:
Hay un sujeto de los pensamientos y de los hechos;
y la crueldad del mundo.
Todo lo demás es menos cierto.
Si el sujeto puede cambiar las cosas, debe hacerlo, para aliviar tanto dolor. La ley racional del hombre no puede ser mantener el estado de las cosas, sino cambiarlo. No es de derecha, sino de izquierda.
En nombre de la divina Lógica.