Filosofía dentro - Kim Pérez

La Lógica estructura toda la Materia, la atrae hacia sus formas puras como su Ley, está por encima de la voluntad humana, que tiene que doblegarse ante ella, es eterna, no es material, es invisible, pero existe con la evidencia del mismo pensamiento racional que la cuestione, en el único argumento ontológico irrefutable; por tanto, la Lógica es Dios, Sentido de toda realidad.

domingo, 21 de junio de 2009

Subjetividad y aborto



Soy el primer superviviente de una serie de abortos involuntarios.

Tengo al menos un recuerdo prenatal: con la fuerte fiebre de un sarampión, a los seis años, llegó a mi conciencia la sensación nitidísima de que de mi pecho salía algo casi tan ancho como yo, suavón y blanquecino, potente, que enseguida se doblaba y enlazaba sobre sí y salía hacia la izquierda. Debe de ser un recuerdo del cordón umbilical.

Defino el aborto al que me opongo como un ataque objetivador contra una subjetividad. Es preciso ciertamente que esta subjetividad exista. ¿Ésta se forma, según leo, desde las 8 semanas, cuando aparecen las primeras señales de dolor fetal, o desde que se producen las conexiones sinápticas cerebrales, alrededor de las 22 ó 23 semanas? ¿Depende la consciencia del cortex?

Cuando la subjetividad esté formada, ignorarla es objetivarla, convertirla en algo que sólo ven otros por fuera, cuando uno mismo la ve por dentro.

El respeto a esta realidad interior es parecido a lo que Kant llamó imperativo categórico: el sujeto de la razón nunca deberá ser tratado como objeto.

Hoy podemos añadir que la verdad de este imperativo es una referencia a mi subjetividad concreta, a mí, una yoacción: si afirmara que cualquier subjetividad puede ser objetivada, pondría en peligro mi propia existencia, haciéndola depender de una decisión externa a mí.

Tal como lo dice la antigua regla de oro, lo que no quiera para mí no lo puedo querer para otros.

Sólo yo soy yo



Lo pasmoso no es pensar que yo sea yo, sino que yo sea éste que está aquí.

No he estado durante miles de milenios, pronto no estaré durante otros miles de milenios.

Pero ahora estoy.

Esto me hace único. Sólo yo soy yo. Éste que dice yo.

To vivo, yo siento, yo pienso, yo quiero, yo hago, dimensiones de ser yo.

Distinto de todos los otros que dicen yo. Me veo aquí.

Fijado a este cuerpo/posición del espacio/tiempo del que no puedo salir y me define.

Esta particularidad es prioritaria: todo lo demás que yo haga como sujeto es secundario.

Parece desproporcionado que me haya tocado existir como yo entre tantas miríadas de seres.

Más desproporcionado todavía que después me extinga y el mundo vuelva a ser definitivamente ajeno.

Más natural me parece seguir existiendo en una dimensión supratemporal.

sábado, 20 de junio de 2009

Teísmo




En mi niñez, con ocho o nueve años, sentí el deseo de tener un solo juguete en el que pudiera descansar mis pensamientos. No fue un hecho sólo de pensamiento, sino que tuvo una historia concreta. Estaba yo sentado en el suelo, entre el comedor y el despachillo de mi padre, jugando con una tartana de lata, con su mulico y todo, cuando pensé en la dispersión de mis sentimientos entre otros varios juguetes y deseé centrarme en uno solo pero que valiera por todos. Tan fuerte fue este deseo que, aunque comprendía que era imposible, me dejé llevar por una supuesta búsqueda durante días.

Dicho en otros términos, deseé como ser humano un objeto del pensamiento que fuera uno objetivamente y unificador de la realidad, de manera que pudiera unificar mi atención y saciar mis ansias.

Esta pretensión es una estructura de la mente, que funda el teísmo y que es anterior a las religiones.

No hay que buscar el origen de la religión en la ignorancia más el miedo más el animismo (que sería otra estructura mental) más la abstracción operando sobre el animismo, sino en la misma organización del conocimiento.

Hay hipótesis sobre otras estructuras mentales, que las asociacian a necesidades primarias de adaptación y supervivencia. Ésta parece proceder directamente de la abstracción que identifica fines y de la capacidad mental de síntesis que pretende un fin que unifique a todos los fines.

El materialismo filosófico concede primacía a la materia existente y hace todo lo mental un epifenómeno material, pero la observación de que la Lógica Matemática organiza la materia y la atrae hacia sus formas exactas hace pensar que esta estructura de la tendencia viva hacia un Uno sintético proceda de la misma Lógica Matemática, puesto que se expresa en términos numéricos (uno frente a multiplicidad)

jueves, 11 de junio de 2009

Sujeto y objeto de la Historia




En la Estadística de esta página, veo que una de las búsquedas más frecuentes por las que se llega a ella es "sujeto y objeto de la Historia".

Intentaré responder a esta búsqueda específica, con arreglo a los términos usados en la entrada anterior, "El razonamiento de Descartes".

Sujeto de la Historia soy Yo, como acto de conocimientos y hechos, unido a todos mis análogos, a los que llamo Él;; definidos todos como "los que ven, los que hacen".

Objeto de la Historia: el conocimiento de las constantes, cambios y movimientos de la vida colectiva humana, que llamamos historia.

Este conocimiento permite ver ciertos rasgos constantes:

=existencia de fuerzas que se desarrollan; contraposición de las fuerzas humanas (memoria, entendimiento, voluntad) y otras fuerzas naturales;
=obediencia a la razón al menos instrumental por los sujetos humanos; ocasionales desobediencias y desastres consiguientes;
=existencia de una estructura objetiva en la que juegan esas fuerzas (infraestructura tecnoeconómica, superestructura política, ideológica, consuetudinaria;
=dolores y deseo de superarlos: misticismo, mesianismo, horizonte utópico.

sábado, 6 de junio de 2009

El razonamiento de Descartes




Descartes era matemático y pretendió audazmente trazar la Filosofía partiendo de un axioma como hacen las Matemáticas.

La pretensión era acertada, pero creyó que el axioma que buscaba era "Yo pienso, luego existo", y en ello se equivocó, porque era demasiado complejo (un silogismo) para funcionar como axioma.

En la Geometría euclídea, los axiomas básicos son las definiciones de punto (un lugar sin dimensiones), línea (una dimensión), superficie (dos) y volumen (tres)

En la Filosofía cartesiana, el axioma básico, de igual simplicidad que el punto, puede ser la intuición del Yo: verse a sí mismo (estoy aquí)

A partir de este axioma se podría trazar el siguiente razonamiento:

Yo ---------- No-Yo


(Yo: intuido; nombre propio mío; no pronombre gramatical; lo interior)
(No-Yo: intuido; nombre propio; lo exterior)


Deducido:

en No-Yo hay Él -análogo- Yo (como interior)

(Él: nombre propio; no pronombre gramatical)

Deducido:

Yo nombre = Yo sujeto + Yo objeto intuido
Él nombre = Él sujeto + Él objeto intuido

(Yo sujeto y Él sujeto son puro acto; el que ve
Al intentar conceptuarlo se convierten en Yo objeto. lo que veo.
Incluso veo el que ve)


Deducido

Norma básica del Derecho Natural:

Yo sujeto debo tratar a Él objeto como a mí mismo

(Si no lo mismo, por lo menos análogo)

miércoles, 3 de junio de 2009

Filosofía de la Conciencia




I

La Abstracción descubre elementos comunes en las realidades y los identifica como conceptos/nombres, que luego se procesan en series.

Es una forma de conocimiento gradual, comunicable (objetiva), procesable maquinalmente.

Puesto que sólo considera los elementos comunes, queda en cada ser un residuo de singularidad inaccesible para la Abstracción.

Si la Filosofía siguiera sólo la Abstracción, sería incompleta, pues no daría cuenta de toda la realidad.

La Intuición es una forma de conocimiento basada en la Percepción de las realidades como conjuntos.

Es instantánea, subjetiva, no comunicable (más que por analogía), no analizable, no procesable maquinalmente. Es el fundamento del Amor/Odio y del Arte (percepción de la Forma y la Materia en una sola operación)

II

Una de las Intuiciones posibles es la de sí mismo como Sujeto. Verse por dentro, pensando, mientras que todo lo demás se ve por fuera, pensado, Objeto; verse actuando y sintiendo.

Conciencia de sí en dos planos: yo que veo y yo que me veo; Yo Sujeto y Yo Objeto. Como intuición, es una Experiencia en sí incomunicable, inefable (inconceptuable), sólo parcialmente transmisible por analogía (tú serás como yo)

Conciencia: ver todo en mí (darme cuenta) incluso yo en mí.

La Filosofía es la ordenación de la conciencia; de sus Abstracciones y de sus Intuiciones.

III

La Abstracción lleva al Número y la Relación, que son las Matemáticas. Permite descubrir una relación tendencial entre las formas materiales y las formas matemáticas, que se puede decir que organiza la materia, dejando un residuo de irracionalidad y singularidad (todo lo racional no es singular)

Puesto que la Lógica organiza la materia, es una Ley sobrehumana del hombre material, que debe obedecerla, sometido a un régimen lógico de premios/castigos. Pero la Ley lógica no afecta a la singularidad humana.

IV

La Abstracción, como operación, está sometida a diversos condicionantes apriorísticos, como la historia o gradación del pensamiento, las estructuras de clase, la noción de espacio/tiempo y la de causa/efecto, que ella misma puede llegar a entender y superar.

lunes, 1 de junio de 2009

El Dios de la Filosofía

De la observación del mundo no se deducen las cualidades de Dios. En todo caso, se deducen por lo contrario.

Si el mundo es efímero, Dios es Eterno; si es cruel, Dios es Piadoso; si es imperfecto, Dios es Perfecto.

En lenguaje filosófico, se dice por esto que la noción de Dios es transcendente; está fuera de este mundo y no se entiende a partir de él.

Esta noción es por tanto lógica, pero especulativa; puede ser usada por la Filosofía pero sabiendo que la Filosofía no puede llegar a ella, porque todas las pruebas que se dieran serían de este mundo (Pero la Filosofía, que usa la Lógica, tampoco puede llegar adentro de los hechos de la Intuición, como el amor o el arte, sino sólo constatar su existencia desde fuera)

Pero esta llegada a la noción de Dios mediante la contradicción de lo que existe, requiere ver el mundo como es realmente, un bello infierno de agresiones y de miedos que acaba con la derrota final de cada combatiente.

Encerrados en este infierno, los hombres podemos someternos a su Lógica o negarla, buscando la Lógica del Dios Transcendente, que contradice la del mundo.

Si la Lógica del mundo pide poder y placer, la Lógica transcendente pide amor y sacrificio. No garantiza su eficacia, porque la Lógica sólo ve el Paraíso desde fuera, pero sí su belleza.