Filosofía dentro - Kim Pérez

La Lógica estructura toda la Materia, la atrae hacia sus formas puras como su Ley, está por encima de la voluntad humana, que tiene que doblegarse ante ella, es eterna, no es material, es invisible, pero existe con la evidencia del mismo pensamiento racional que la cuestione, en el único argumento ontológico irrefutable; por tanto, la Lógica es Dios, Sentido de toda realidad.

sábado, 29 de noviembre de 2008

Primero el respeto a la Crítica, luego el respeto a la Unidad de la Razón







El hombre puede saber que existe una Razón Transcendente, al observar cómo la Matemática fundamenta la Física, pero tiene dificultades para llegar a ella, lo que explica la posibilidad de razonamientos erróneos.

La crítica es precisamente el discernimiento entre la verdad y el error, lo que la hace siempre necesaria, pero de hecho está siempre amenazada por los sistemas autoritarios y totalitarios.

Ahora nos desafía una de esas formas de pensamiento, que presenta sin embargo el interés de poner su centro en la Unidad. Unifica los pensamientos y les da una fuerza lógica capaz de dar sentido a la vida y la muerte.

Pero al ser autoritaria y acrítica, obliga a decidir si su valor es mayor que sus defectos, o al contrario. Pero como, dado lo expuesto, en la busca humana de la verdad, es metafísicamente necesaria la crítica, debe ponerse siempre en primer lugar, como medio para que el hombre pueda asumir la verdad.

viernes, 28 de noviembre de 2008

Yo en Vos y Vos en mí





Esta Filosofía culmina en el concepto de Razón Transcendente, exterior a la materia, pero organizadora de ella, y en la Unidad que por tanto concede a la multiplicidad de las realidades, incluida la humana, que se esfuerza en comprenderla mediante nuestros razonamientos y la crítica de nuestros razonamientos.

El ser humano llega a la percepción de la Unidad Racional de la Realidad mediante el razonamiento o más habitualmente mediante la intuición, que le permite organizar ordenadamente su vida para que tenga sentido y coherencia.

Normalmente se alcanza la unificación racional de la realidad en grado suficiente, aunque las intuiciones que la funden no puedan ser explicadas. Pero la Mística es la experiencia plena de esta Unidad, también por la vía de la intuición, no del razonamiento.

La intuición mística también puede ser sometida a crítica racional, y de hecho los grandes místicos carmelitas españoles la sometían. Esta voluntad de crítica razonada permite que se la llame Philosophia Mystica, que en Occidente es obra de Plotino, filósofo neoplatónico.

Mencionaré aquí una crítica radical de la Mística. He leído lo que me faltaba del excelente libro de Antonio Márquez sobre "Los Alumbrados" y me encuentro un alegato contra la religión de la experiencia, la Mística, a la que acusa de propiciar el inmovilismo emocional del éxtasis.

Pero esta acusación procede de un conocimiento superficial de la Mística general, quizá sesgado por el largo estudio sobre los alumbrados en particular.

La Mística carmelita piensa que el fin de la experiencia no es el éxtasis, sino la lucidez en la que se ve la Unidad en la multiplicidad y la multiplicidad en la Unidad. El éxtasis o arrebato no se da sino en un grado intermedio y quizá, en el fondo, enojoso, como otros fenómenos que acompañan a la experiencia, porque distraen de ella.

Llegado a la gran explanada final de su recorrido, el místico puede ver, hablar, actuar, trabajar como cualquier otra persona, sólo que ve habitualmente la Unidad en todos los seres y a todos los seres en la Unidad. Habrá conseguido ahondar, estabilizar y hacer habitual lo que para las personas no ejercitadas es excepcional, el sentimiento oceánico, y más.

martes, 25 de noviembre de 2008

Ética y Política de la Razón transcendente




=La Razón organiza la materia y la transciende, porque está fuera de ella, de manera que los seres materiales tienden a ser perfectamente racionales, aunque no llegan a serl.

=El Hombre es un ser material que entiende la Razón imperfectamente y tiende a ajustar su conducta a la Razón, lo más perfectamente que puede. (En este punto, la Metafísica de la Razón transcendente se convierte en Ética)

=La realidad material del hombre es orgánica, lo que significa que es una multiplicidad de realidades sometidas a unidad casi perfecta. La unidad humana se rompe con las enfermedades y por los errores de conducta que potencian alguno de los elementos en detrimento de otros.

=El ser orgánico humano necesita la ayuda mutua para sobrevivir, que constituye otra forma de unidad de la multiplicidad (armonía) La unidad social humana se rompe más fácilmente todavía con los comportamientos que potencian a alguno de sus integrantes en detrimento de otros. (En este punto, la Ética de la Razón transcendente se convierte en Política)

Etiquetas: , , , , ,

viernes, 21 de noviembre de 2008

Ni Evolución al (solo) azar ni Diseño inteligente: Razón

Boceto


He leído los argumentos de la hipótesis del Diseño inteligente. Tratan de justificar la necesidad lógica de una Inteligencia como organizadora de la Materia viva. Para eso, se limitan a buscar entre los posibles huecos de la Teoría de la Evolución e insisten en el concepto de Complejidad Irreductible, aplicado a los órganos complejos como los ojos, que sólo funcionan plenamente cuando están completos, aduciendo que no es posible pensar que sus partes se formen por selección natural, mientras todavía no aportan utilidades seleccionables.

Pero es inútil argumentar que se debe suponer una Inteligencia, porque todas las teorías son refutables o falsables, por definición. De hecho, desde el evolucionismo ya se están preparando pruebas de que la Complejidad Irreductible se puede conseguir por procesos de azar.

Pero si comprendemos que el lenguaje fundamental de todas las teorías y ciencias es la Razón, contra ella no podemos argumentar más que usando la Razón. Entonces constatamos que en efecto la Razón organiza la Materia y que en ella escuchamos la palabra de Dios.

No es posible argumentar el azar contra la Razón. Sabemos que las ramas matemáticas del Cálculo de Probabilidades o la Teoría del Caos lo abarcan, dejando un margen de incertidumbre que impide todo determinismo.

Por tanto, la Teoría de la Evolución usa el azar como explicación, pero debe reconocer que el azar también está sometido a la Razón.

Etiquetas: , , ,

lunes, 17 de noviembre de 2008

La Razón transciende la materia



Transcendente es lo que supera una realidad determinada; lo inmanente forma parte de ella.

La razón es transcendente respecto a la materia, porque es externa a la materia y sin embargo la materia la obedece tendencialmente.

Las formas geométricas atraen funcionalmente a la materia, que sin embargo no puede llega exactamente a ellas.

La forma de la esfera atrae a la materia alrededor del centro de gravedad, pero los astros no son esferas, sino esferoides: las irregularidades de las superficies astrales lo prueban. Es verdad que, en otro plano, esa materia irregularmente distribuida sigue obedeciendo a la razón en las formas que adopta, pero el plano de la forma general, nunca llegará a ser exactamente una esfera, cuyos puntos disten precisamente lo mismo del centro.

Lo mismo se puede decir de los prismoides que constituyen los cristales, o de los hexagonoides que elaboran las abejas.

Concluyo que si la razón es transcendente a la materia, existe como una realidad distinta de la realidad material.

Etiquetas: ,

sábado, 15 de noviembre de 2008

Afirmación de la fe racional

El Catecismo católico enseñaba que la fe es creer lo que no se ve.

Esta fórmula, enunciada en términos negativos, creo que ha sido responsable de innumerables abandonos de la fe en Dios, puesto que la igualaba con todas las afirmaciones incomprobables o irracionales.

Es posible enunciar la fe en términos afirmativos: es saber lo que se quiere. Yo quiero Música, Amor y Perfección. Tengo certeza de ello, y es una certeza racional. No sé si lo conseguiré, pero sé que lo deseo. Antropológicamente, se puede justificar que este deseo corresponde a mi naturaleza. Todo lo que deseo, plural, en el grado de Perfección que lo deseo, se puede unir bajo el nombre de Dios.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Fundamentación de la ley natural (moral) y el derecho natural (justicia)




Fundamentación de la ley natural o ley moral. Según la razón, es la razón transcendente que organiza la materia, pero es difícil definirla en el tramo que existe entre esta transcendencia y los segmentos de razón con los que construimos nuestra razón práctica

Según la intuición de que yo soy yo: si yo existo es gracias a otro yo más grande que me ha hecho. Entre su persona y la mía hay por tanto una relación personal. Puede ser de amor, de indiferencia, de negación. Primera norma de la ley natural. A mi alrededor, hay otras personas con análoga relación con la persona creadora. Yo puedo verlas con amor, indiferencia u odio. Cada uno es diferente. Puedo amarlos como diferentes de mí o como hijos de Dios. Debo amarles: querer el bien para ellos. El amor: primera norma del derecho natural, relación de justicia para los hijos de Dios. En cuanto a mi persona, mis condicionamientos: amor, indiferencia u odio. Si los amo, los acepto y procuro mi bien.

Etiquetas: , ,