Filosofía dentro - Kim Pérez

La Lógica estructura toda la Materia, la atrae hacia sus formas puras como su Ley, está por encima de la voluntad humana, que tiene que doblegarse ante ella, es eterna, no es material, es invisible, pero existe con la evidencia del mismo pensamiento racional que la cuestione, en el único argumento ontológico irrefutable; por tanto, la Lógica es Dios, Sentido de toda realidad.

miércoles, 30 de enero de 2008

El estatuto de lo objetivo dentro de la Subjetividad Absoluta



La Subjetividad Absoluta, berkeleyana, no niega la objetividad; de ella se deduce más bien que la objetividad está en su interior, que sujeto frente a objeto son categorías que configuran el plano de la subjetividad personal, pero no el de la Absoluta, y en este plano personal, la objetividad aparece empíricamente sometida a sus propias reglas o regularidades; entre ellas, a su dependencia de las Matemáticas, a su inaccesibilidad en el plano de la subjetividad personal, a su diferenciación, como representación de lo exterior, de las representaciones de lo interior, puesto que lo exterior e interior aquí se sitúan en el plano personal y se diluirían, si estoy en lo cierto, en el plano de la subjetividad más interior.

Por tanto, el relativismo ético que ha sido postulado como consecuencia del subjetivismo ético, entendido como anulación de lo objetivo, no se sostiene lógicamente dentro de la Subjetividad Absoluta, para la cual, las relaciones entre los objetos, dentro del plano personal, son lógicas y necesarias y dan lugar a una Ética lógica y a un iusrationalismo en el Derecho.

A la vez, no ya el concepto, sino la experiencia de la Subjetividad Absoluta, excede de la subjetividad personal y sólo se puede vivir, desde ésta, en términos temblorosos e indecibles.

martes, 29 de enero de 2008

Línea genealógica de esta Filosofía





=Pitágoras, (circa 580-circa 500 aC), descubre que hay una relación entre las Matemáticas y la materia.

=Platón (circa 427-347) descubre que la relación entre las ideas exactas y la materia es tendencial.

=Santa Teresa (1515-1582) descubre empíricamente que la subjetividad está vacía de sí en su centro, donde se encuentra el Absoluto.

(La cultura española de la Contrarreforma afirma lo Absoluto incluso degenerando en la Inquisición)

=Descartes (1596-1650), descubre la subjetividad frente a la objetividad, o res cogitans frente a res extensa.

=Berkeley (1685-1753), descubre la subjetividad absoluta o sistema de percepciones en el que no se puede demostrar la ex-istencia de lo objetivo.

(El subjetivismo cartesiano-berkeleyano ha degenerado en el modernismo, o sentimentalismo religioso y relativismo moral)

Estoy intentando poner en relación todos estos hallazgos, en una subjetividad o realidad interna intencionalmente abierta a la objetividad o realidad externa, mediante los sentidos y vacía de sí misma en su centro. Las matemáticas fundan y organizan esta objetividad o res extensa, por lo que la religiosidad se basa en esta realidad y la razón funda una moral y un derecho también objetivos, no positivos o consensuales.

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Un subjetivismo que no se encierre en sí mismo




1. En la subjetividad empírica o espacio interior impenetrable se dan las representaciones, de las que unan llevan en sí mismas referencias a un espacio exterior, puesto que son accesibles por un sistema que llamamos de sentidos, aunque su existencia no se pueda demostrar por medios racionales, y otras son representaciones del mismo espacio interior y sus actividades.

2. En unas representaciones y otras se observan regularidades, que permiten deducir la regularidad en sí, empezando por las relaciones matemáticas, hasta descubrir –Pitágoras- que estas regularidades matemáticas organizan la materia.

3. Pero la subjetividad empírica se define como limite o encierro, puesto que es impenetrable e incomunicable y ni siquiera se puede estar seguro de la realidad del objeto, aunque se presuma. Sin embargo, una experiencia subjetiva, la mística -Santa Teresa-, permite suponer que el centro de la subjetividad esté vacío, con lo que su entidad es como la de una cáscara, y que en él se observe otra presencia que no se confunde con la propia, que vea desde dentro el conjunto de la realidad.

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viernes, 18 de enero de 2008

Balbuceos en la nueva Filosofía



Común a todas las teorías físicas actuales -la de la Relatividad, la Mecánica Cuántica, la de los Torbellinos de Descartes-Herrera, la de las Supercuerdas- es que empiezan por un planteamiento matemático que, convertido en hipótesis luego se somete a comprobación.

La valoración de este hecho es filosófica, porque sale de las preocupaciones matemáticas y físicas. Es la primacía de las Matemáticas lo que sorprende filosóficamente. No hace falta saber muchas Matemáticas para pensar filosóficamente sobre esto, sólo tener clara su naturaleza de ciencia de las relaciones exactas entre cantidades. Pero, saliendo de ellas, y mirando cómo se ubican en la realidad, se renueva la misma sorpresa que sacudió a Pitágoras y a Platón y que la Filosofía posterior ha olvidado: ¡Las Matemáticas, como orden fundamental de la realidad!

Sin embargo, tiempo es de repetir esa reflexión. Ahora sabemos que la realidad física es movimiento y cambio -energía- sometido a reglas matemáticas exactas, las de la probabilidad, que como reglas no cambian, que supongo -pero yo no soy matemática ni física- que determinan el nimbo o distancia entre los objetos y las figuras o relaciones matemáticas.

También debe plantearse qué facultad mental puede llegar más lejos en el conocimiento de una realidad que supera los parámetros que necesitamos en el día a día, si la razón, con su capacidad de proponer hechos paradójicos para ese sentido común, o la intuición, cuando llega a lo indecible.

lunes, 14 de enero de 2008

Ángeles y demonios



Me doy cuenta de que la diferencia entre mi filosofía y la dominante en Europa desde el siglo XVIII es que yo la centro y ésta no se centra.

Postulo que la subjetividad absoluta esté en el centro y en el fondo de la subjetividad personal y allí organice las relaciones exactas o matemáticas entre las formas materiales.

Pero el análisis de la subjetividad personal hace ver que no soy sólo consciencia o pasividad estática, sino también fuerza viva, voluntad, palabras que se pueden traducir por espíritu.

Esto es un hecho en mí, accesible a la observación directa, que tiene que ver con los fines de la acción a los que llamaré buenos o malos, según me acerquen o me alejen de la conciencia de la subjetividad absoluta que me transcendería; buenos serían los que me hicieran por lo menos presentirla intuitivamente, en su generosidad, su creatividad, su paradójico amor, tan parecido a la música, y
malos los que me encerrasen en el egoísmo, la desesperación y la crueldad.

Hay que notar que bien y mal serían por tanto relativos a la subjetividad absoluta, al acercarse o alejarse de ella, que por ser absoluta estaría más allá del bien y del mal, pero no a la subjetividad personal, que sería también relativa a la absoluta, y por tanto sometida a la distinción entre el bien y el mal.

Nuestra vida personal es por tanto fuerza que nos lleva hacia el bien o el mal, espíritu que se acerca o se aleja de nuestro fin lógico. Fuerza angélica o demoníaca, realmente existente en la subjetividad personal, sometida continuamente a la opción o decisión libre, según nos dice una vez y otra la experiencia. Podría incluso pensarse que en el angustioso debatirse entre el bien y el mal, nuestra fuerza, nuestro espíritu puede encontrar otras fuerzas buenas o malas que emanarían todas del centro de vida que sería la subjetividad absoluta, no demostrables objetivamente, puesto que serían parte de una subjetividad, pero sí accesibles a la experiencia subjetiva.

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jueves, 10 de enero de 2008

La salida de la subjetividad a la subjetividad absoluta




La única forma de superar el riesgo de encierro de Berkeley es pensar que la única realidad es la subjetividad absoluta, de la que mi subjetividad o consciencia personal sería sólo una de sus regiones. De esta manera, la intuición de la subjetividad que me configura no se quedaría en mí como persona, sino que sería un acto en mí de la única realidad, hipótesis que se confirma empíricamente por la experiencia de Teresa de Jesús de que lo más profundo del alma individual está vacío de ella misma y allí se encuentra Dios –o la subjetividad absoluta-, vacío por el que se podría pasar a las otras subjetividades individuales.

Decir esto es afirmar hipotéticamente la naturaleza psíquica de la realidad y justificar la función de la razón matemática como organizadora de la materia. Aunque Heisenberg introdujo en la mecánica cuántica al observador, entre los físicos de la primera mitad del siglo XX, sólo –que yo sepa- Emilio Herrera contó con lo que llamó energía psíquica en su cosmología (debemos a Emilio Atienza la recuperación de su figura) En los de la segunda mitad del siglo XX y principios del XXI, es más frecuente analizar la mecánica cuántica a la luz de las paradojas espirituales, como lo hace por ejemplo Fritjof Capra.

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viernes, 4 de enero de 2008

Toda Filosofía supone una Física



Toda Filosofía supone una Física.

Hasta ahora, el substrato físico era tan espontáneo que no era preciso tomar conciencia de esta realidad, como no se suele tener del aire que se respira.

La Física espontánea incluye nociones como la del espacio hueco, el tiempo como flujo unidireccional, la relación causa-efecto como inserta en ese flujo, la materia como masa...

Se puede definir como los conceptos relacionados con el plano de la naturaleza en el que vivimos y que percibimos.

Las Físicas científicas de Aristóteles y Newton simplemente precisaron conceptos derivados de la Física espontánea. De estas Físicas surgieron Filosofías como el realismo o el materialismo.

Pero en el momento en que Einstein formuló la Teoría de la Relatividad y Max Planck y Werner Heisenberg enunciaron la Mecánica Cuántica, nació como todos sabemos una nueva Física, referida a planos de la realidad en los que no vivimos y no percibimos espontáneamente, por ser inmensamente mayores o menores que aquél en que transcurre nuestra vida.

Pero se refiere a la realidad. Por tanto, requiere una nueva Filosofía.

La razón de Berkeley


Publicado previamente en
http://filosofiadelamor.blogspot.com



Berkeley tenía razón. Todo lo que sé, lo sé a través de mi mente, por lo que es imposible asegurar racionalmente que hay algo fuera de ella. Quienes hayan visto “Matrix” saben de lo que estoy hablando.

En este punto, hay que señalar lógicamente dos posibilidades: o hay una realidad exterior –pero que no se puede conocer en sí, sino por medio del filtro de la mente (Kant) o no existe tal realidad exterior.

Según la primera hipótesis, que es la más fácil de imaginar por ser la más afín a nuestra tradición cultural, aunque la mente subjetiva no puede salir de sí misma, puede hacer un acto de fe en la ex – istencia (exterior) de realidades ob – jetivas (puestas enfrente), de cuyo contacto nacen los estímulos que activan nuestra mente. Vida, contactos, amor, odio, serían los esfuerzos de nuestra mente para superar su aislamiento frente a las realidades externas, que se acercarían a nosotros de mil maneras pero sin que supiéramos por qué, y por qué nos llegan determinados condicionamientos materiales y no otros.

Éstos son los puntos flacos de esta hipótesis, que no ofrece argumentos para entender por qué existiría una subjetividad y una objetividad incomunicables entre sí, aunque unidas por una mutua necesidad angustiosa por quedar irremediablemente frustrada, y por qué se establecen unos contactos y no otros entre cada subjetividad y lo que le es objetividad. Constata hechos pero no los explica y menos esta dualidad irreconciliable, este encierro de cada cual en sí mismo.

Según la segunda hipótesis, hay que deducir que todo lo que percibo nace y llega desde el interior de la propia mente. Sería única, aunque aparentemente dividida en millones de mentes parciales y sus dimensiones serían cósmicas, separadas, eso sí, entre lo que sé o consciente, y lo que no sé pero puedo saber o inconsciente.

Desde éste arrancarían continuamente imaginaciones, unidas entre sí lógicamente, que irían formando un mundo. Unas serían sobrecogedoras, otras conmovedoras, pero de todas habría que distanciarse emotivamente. Sigo aquí las recomendaciones que hace al alma desencarnada el “Libro Tibetano de los Muertos”.

Esta segunda concepción tiene ventajas para una persona que está envejeciendo y alejándose de las posibilidades de la vida, como soy yo, y también se está quedando progresivamente aislada. En vez de sumirme en la angustia, me permite una visión solipsista ancha, tranquila y no exenta de curiosidad por lo que pueda ir apareciendo, pero relativamente a salvo del dolor por el distanciamiento, y en espera de lo que está más allá del dolor y del gozo, de lo que entre nosotros se llama gloria: la ruptura de todas las determinaciones.

Pero afortunadamente creo que hay una alternativa, una concepción más coherente. La visión precedente parte de mi subjetividad particular o consciencia como centro de la Subjetividad Absoluta, pero es bastante improbable que lo sea; al renunciar a esta pretensión, aparece otro centro, todavía inconsciente para mí, al que llamo el Novelista, y que es el que le da lógica al Argumento de cuanto se va produciendo y el único que lo conoce en su integridad: de él dimanan las distintas subjetividades particulares, dotadas a su vez de entidad sustancial o persistente y de libertad subjetiva que va dando forma y reformando continuamente el Argumento, único autor que puede formar personajes así; yo por tanto seré uno de los personajes del Novelista y en mis amores por otros personajes se transparentará la nostalgia por la única mente que nos fundamenta a todos.

Filosofía de Mínimos

Publicado previamente en
http://filosofiadelamor.blogspot.com/

Texto ampliado



Las nociones filosóficas verdaderamente relevantes son muy pocas. Por eso trazo aquí esta Filosofía de Mínimos como memorandum de lo fundamental que se puede decir filosóficamente:



1. La Crítica es la separación de la verdad y el error, el bien y el mal, la belleza y la fealdad; el inseguro conocimiento humano debe practicarla continuamente.

2. La Crítica se ejerce mediante la razón y la intuición.

3. La Razón se practica mediante la deducción y la inducción.

4. La Razón Matemática organiza la materia de manera tendencial.

5. La Razón es ley objetiva para todos los hombres; la intuición es subjetiva y vale para quien la experimenta.

6. Esta Ley objetiva tiene sólo dos artículos:
Debo fijarme un fin racional; y
Debo pretender ese fin racional con medios racionales.

7. Todo lo que sabemos son representaciones dentro de nuestra mente.

8. Existe por tanto una unidad viva de todas las percepciones, las representaciones, los pensamientos y los actos.

Notas.

A la tesis 1) La fundó Hesíodo (Prólogo de la "Teogonía") Es por tanto anterior a la Filosofía. La ejercen incluso los místicos respecto a sus experiencias (Santa Teresa)Funda el legítimo derecho de rebelión.

A la tesis 2) La Razón: descubrimiento de lo común entre los seres (conceptos) y de sus relaciones. La Intuición: visión de cada ser en sí.

La razón sín crítica se vuelve fácilmente autoritaria.

La intuición inspira la religión, el arte y el amor. Por ser una parte del conocimiento, en el sujeto deben dialogar continuamente los contenidos de la intuición y la razón, practicar dialécticamente una filosofía y una religión. Ésta es la solución al problema de la "doble verdad" de los averroístas.

A la tesis 3) Deducción: descubrimiento de las implicaciones de una afirmación (Matemáticas, Lógica); inducción: descubrimiento de una afirmación general a partir de observaciones particulares (Ciencias Naturales) Esta distinción funda un método mucho más riguroso que el de Descartes.

A la tesis 4) Así se ha fundado la ciencia post-Galileo y post-Newton. Por otra parte, ésta es la esencia de Pitágoras y Platón: algo perfectamente pensable estructura la materia. Por tanto, la razón no obedece a la materia (materialismo) sino que ésta obedece a la razón. Pero las relaciones o formas materiales no son exacta, sino tendencialmente matemáticas, a no ser que la distancia entre ellas se explique por una razón matemática más compleja.

A la tesis 5) La verdadera Ley natural, objetiva, es la razón. La intuición es la ley de la subjetividad. La Ley racional es firme y objetiva, pero su interpretación humana debe estar atemperada por la Crítica.

A la tesis 6) Es verdadera Ley, puesto que si la incumplo, me castiga la misma estructura de la realidad.

A la tesis 7) Damos por supuesto que nuestras representaciones son de dos clases, la las de la actividad de nuestra propia mente y la de las que corresponden a realidades externas a la mente u objetivas, pero no hay manera de comprobar lógicamente que estas últimas existen o son como las percibimos (excepto quizá por alguna incoherencia) Este descubrimiento de Berkeley se puede llamar también Principio de Matrix y funda la Subjetividad Absoluta.

A la tesis 8) A veces sentimos el encierro en nosotros mismos con claridad -dolores, miedos, angustias nocturnas-, con lo que la subjetividad aparece como nuestro único mundo, rodeado por una membrana de incomunicación. Es natural que ansiemos romperla y eso quizá ocurra sólo en el vacío empírico del centro de la mente, donde la subjetividad puede llamarse Dios.

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